¿Por qué la Ayaco es el plato que necesitas en tu vida?
Bueno, si estás leyendo esto, es porque probablemente ya sabes que este tema es más importante de lo que parece… Hablemos del Ayaco, un platillo que no solo alimenta, sino que también alimenta el alma. La próxima vez que estés buscando algo delicioso y reconfortante, ¡esta es la respuesta! Y si te gusta impresionar en la cocina, seguir leyendo es la mejor decisión que puedes tomar.
Lo más importante
Elemento | Descripción |
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Tiempo de preparación: | ¡Unas 2 horas, porque la buena comida no se apura! |
Dificultad: | Intermedia, pero no te asustes, ¡tú puedes! |
Rinde: | Delicias para varias personas, o solo para ti (no juzgo). |
Ingredientes
- 2 kilos de maíz
- 1 rollo de culantro de coyote
- 2 kilos de costilla de cerdo
- 1/2 kilo de manteca (porque, ¿por qué no? ¡Es manteca!)
- 3/4 kilo de tocino (bacon lovers, ¡este es su momento!)
- 20 hojas de quelite (chicasquil) tiernas
- 1/2 kilo de cebolla
- 1 cabeza de ajos
- 1 paquete pequeño de comino
- Sal al gusto
- 2 chiles dulces
Paso a paso
¡A cocinar!
- Comienza cocinando el tocino y la costilla de cerdo. Asegúrate de que todo quede bien suave, como tú después de un largo día. Una vez suave, pica el tocino bien fino y la costilla deja algunos trozos con hueso para que no se sienta tan sola en el potaje.
- Ahora, los 2 kilos de maíz deben remojarse en agua durante 30 minutos. Este es su spa moment. Luego, enjuaga bien para que se lleve toda esa pluma que no queremos en nuestra comida y muele en un molino (un poco rústico, pero así somos).
- Cuando hayas molido el maíz, dale otro lavadón para que quede limpio, como si fuera arroz. Recoge esa agüita blanca porque lo vamos a usar después. ¡No la desperdicies!
- En una olla, cocina las hojas de chicasquil durante 10 minutos; después lávalas y pica bien finitas. Cada hoja cuenta, no las ignores.
- Pica la cebolla, el chile, el culantro y los ajos. Cuando termines, tendrás lágrimas, pero también sabor. ¡Es todo bueno!
- Coloca una olla al fuego de leña y agrega el maíz molido, el caldo de la carne y el agua del maíz que recogiste. Aquí necesitas mover constantemente, como si estuvieras intentando calmar a un bebé, para que no se forme ninguna pelota ni se pegue. La vigilancia es clave.
Trucos y variaciones
Si quieres llevar esto al siguiente nivel, ¿por qué no agregar un toque picante con un par de chiles jalapeños? O si te sientes aventurero, un poco de queso rallado al final es un game changer. Pero evitemos los errores comunes: ¡no dejes que se te pegue! ¡Eso es un pecado para cualquier cocinero!
Recomendación
Y así concluye nuestra travesía culinaria hacia el Ayaco perfecto. Si todo sale bien, espero que disfrutes de esta receta tanto como disfruto yo dándotela. Recuerda compartirla con tus amigos, porque la buena comida no se guarda. ¡A disfrutar!