Oro en el corazón de Guanacaste: así se mueve la minería abangareña
A ver, pongámonos los cascos imaginarios y entremos juntos a los túneles de Abangares, donde el oro ha sido el sueño, el pan y hasta la cruz de miles. Aquí la “fiebre del oro” pegó desde 1884 y todavía sigue habiendo gente pulseándola, aunque las minas ahora ya no son de grandes compañías extranjeras, sino de grupos de coligalleros y cooperativas locales.
Coligalleros, cooperativas y “la vida en los túneles”
En Abangares, la minería es cosa seria. La mayoría de “coligalleros” —así se les llama a los mineros artesanales— entran a los túneles, algunos construidos hace más de 100 años, y con picos, martillos, taladros, y mucha maña abren boquetes buscando vetas de cuarzo con oro. Es trabajo a puro brazo, polvo y sustos, porque nunca faltan los derrumbes y hay que estar atentos al suelo y al techo.
Pero para poder hacerlo legalmente, hoy por hoy hace falta estar metido en una cooperativa y tener permiso, porque la ley solo deja la minería artesanal y en pequeña escala, siempre y cuando se trabajen áreas concesionadas por el Ministerio de Ambiente (MINAE).
¿Qué se ocupa para sacar oro?
Ahí te va el proceso, contado sin “enredos” y de pura voz abangareña:
- Buscar la veta: Se exploran túneles viejos o abiertos por mineros, usando herramientas básicas. Muchos entran a pie, bajando con sogas y luces de cabeza.
- Extraer la piedra: Se saca el cuarzo aurífero (la piedra que tiene oro adentro) usando picos, barras, martillos y a veces dinamita si la veta es dura.
- Quebrado y molienda: Se mete la piedra a una “rastra” —una especie de molino hecho a lo bruto— que la tritura hasta volverla gravilla, pa’ buscar partículas de oro.
- Amalgamación: Aquí entra el mercurio (aunque está prohibido desde hace años, los coligalleros aún lo usan): este metal “atrapa” el oro del batido de piedras, formando una bolita de amalgama. Hay quienes ahora usan cianuro (también regulado), pues extrae el oro hasta de las piedritas más minúsculas.
- Lavado y recuperación: Se separa la amalgama de mercurio y oro, se lava bien y después se le aplica fuego pa’ que el mercurio se evapore y quede el oro más puro.
- Fundir y vender: El oro se funde —a veces en los mismos patios de las casas y en otras en plantas legales como La Luz—, se pesa y se vende a compradores que pagan según el precio del gramo (puede rondar los 15,000 colones por gramo, pero es precio que varía).
¿Qué más se necesita (además de sudor y ganas)?
- Permiso y concesión: Solo podés extraer oro si sos parte de una cooperativa con concesión aprobada o en trámite. Si no, te la jugás en la ilegalidad y te cae la ley.
- Equipo básico: Picos, barras, taladros, palas, linternas, sogas, sacos y ropa resistente.
- Plásticos y sacos: Para contener las “lamas” (residuos) y evitar que el mercurio/ cianuro se riegue por el monte.
- Conocimientos básicos de seguridad: Hay que saber cómo bajar, salir, ventilar el túnel y qué hacer en caso de derrumbe.
- Compas del barrio: La minería aquí se juega en grupo, casi nunca solo, por seguridad y para sacar más piedra en menos tiempo.
¿Qué pasa con el ambiente y la ley?
Aunque se trata de controlar el uso del mercurio y cianuro —recontra dañinos para la salud y la naturaleza—, la realidad es que siguen siendo herramientas de los coligalleros porque son lo que funciona pa’ extraer oro fino de las piedras. El gobierno ha dado prórrogas hasta febrero de 2025 para que las cooperativas legalmente formadas puedan seguir, mientras buscan procesos más limpios.
La ley también exige que el material procesado venga SOLO de Abangares y que los compradores tengan papeles al día, entregando una declaración jurada sobre el origen y el destino del oro.
Puro resumen abangareño
La minería en Abangares es una mezcla de historia, sudor y esperanza. Aquí el oro se saca a pico y pala, se muele y se limpia con métodos que han pasado de generación en generación: mercurio y cianuro, a pesar de los riesgos. Pero es, ante todo, lucha legal y comunitaria, porque sin permiso, te baila la policía.
Para sacar oro en Abangares ocupás coraje, compañerismo, herramientas básicas, y hoy día pertenecer a una cooperativa. Y, claro, tenerle amor al monte, porque no hay oro que salga sin antes ensuciarse bien las manos y el alma de polvo sabanero.
¿Querés ver el proceso? Te dejo un video recomendado: Conozca cómo se extrae el oro en Abangares | Reportajes – Teletica — ahí te muestran la vida real de los coligalleros y los túneles abangareños.
Así se mueve el oro de Abangares, compa: en cada gramo hay historias, riesgos, sudor y pura vida guanacasteca.